domingo, 25 de octubre de 2015

Capitulo uno.

-Vuestro horario de este año es de nueve a a una y media del medio día. -decía mi nueva tutora de este año, ya la conocía, se trataba de aquella mujer de corta estatura, voz irritante, poca cantidad de pelo, que siempre lleva consigo una mochila de exploradora y la que me había dado FOL en el grado medio que acababa de finalizar.

Este nuevo curso académico se presentaba aburrido y una gran perdida de tiempo, no llegaba a entender que necesidad había de realizar un curso durante todo un año formado por lenguas, las odiosas matemáticas y, a diferencia de la ESO, economía. Por suerte a mi derecha estaba sentada Aroha, considerada como una hermana, y en las dos mesas de delante Naira, ¿la típica amiga pija y quejica de las películas americanas? Esa era Naira. A su lado Ana, la amiga más callada y tímida que podáis imaginar y una mesa más delante Marta, la cuarta componente del mi actual grupo de amigas. No conocía al resto de mi nueva clase, salvo un par de personas, pero de aquellas que no recuerdas ni como se llaman y tu interés en ellas es nulo. 
-Tía, que pereza este curso. Mira atrás, al Custo este lo conoce mi novio. -me decía Aroha. 
-No sé, a mi no me suena nadie. Por lo menos veremos caras nuevas este año. -le respondí resoplando, me estaba entrando claustrofobia al verme de nuevo entre cuatro paredes y pendiente de esos minutos que pasan lentos. Y eso que solo era la presentación y no había tenido que madrugar-. Edu, ¿podemos irnos ya? 
-Espera un momento Maria, comentamos las asignaturas antes. -realmente tenía ganas de empezar las clases, el final del verano siempre se me hace cansado y existe en mi esa mínima sensación de querer hacer algo con mi vida, volver a tener un horario y tener las mañanas ocupadas-. Por lo tanto deberéis elegir entre economía y ciencias, la asignatura de economía se realiza en clase, en cambio, la de ciencias es vía Internet. 
-Pero en el grado superior que quiero hacer el año que viene no me piden ni una ni la otra. -dijo el chico de la esquina, alto y moreno, creo que su nombre era Ramon. Varios chicos más se manifestaron sobre el tema. Me estaba aburriendo bastante. 
-Este curso no te quedara aprobado sin la asignatura especifica. -dijo la tutora queriendo cerrar la discusión. 
-Yo iré a un colegio privado y tanto economía como ciencias les va a sudar la polla. -eche la vista hacía atrás, me hizo reír. 
-Este se llama Marcos. -me susurro Aroha. 
-La especifica es obligatoria y no se habla más. -volvió a repetir Edu. Cualquiera pensaría que Edu es un hombre, y no, Edu. Eduarda. Mi tutora bajita-. Y a partir de ahora vamos a cuidar ese vocabulario. 
-Bueno, ¿nos podemos ir ya? -dije levantándome.
-Sí María, podéis iros ya. Recordar que la puntualidad es muy importante. Hasta mañana. 

Primer día superado. Mejor dicho, primera hora superada. Me quede con mis amigas en la puerta comentando nuestra nueva clase, sin lugar a duda iba a ser mejor que la del año pasado. Me daba la sensación que no iban a faltar risas. Aunque era pronto para confirmar nada. Volví a mi casa, 10 minutos largos recorriendo ese camino que había hecho todos y cada uno de los días desde que empecé la ESO en ese mismo centro académico. A veces y a ratos me sentía agotada de mi vida y de mi día a día pero se me olvidaba rápido. Comí y me fui a la autoescuela. Llevaba cerca de un año apuntada, pero había empezado a ir en serio hacia menos de una semana, el carnet de coche era algo que me tenía que sacar con urgencia de encima. Fueron tres horas las que me pase sentada en una mesa delante de infinidades de test por hacer. 

Martes, primer día de clase y ya estoy llegando tarde. Llegué sofocada, ya estaban todos sentado, ya sabéis, todo el mundo loco por coger los mejores sitios de la clase y los cuales, serían para el resto del curso. Me senté al lado de Aroha, ella si había llegado a tiempo, delante estaban Naira y Ana y delante de ellas Marta con la novia de su hermano. El hombre que nos iba a dar castellano no era alto ni bajo, vestía bien y estaba calvo, pero me gustaba como hablaba. Hacía chistes malos mientras presentaba su asignatura. Habían pasado diez minutos de clase cuando la puerta se abrió.  
-¿Vuestros nombres? -dijo Pereira, mi profesor de castellano de ahora en adelante. 
-Yo Xavi, el Roger. -contestó uno de los dos chicos de los cuales acababa de descubrir sus nombres.
-Bien, la puntualidad es esencial en mis clases, ¿que ha pasado?
-Había caravana. -contesto el chico moreno, Roger. Se le veía un chico raro, llevaba una braga que le tapaba la boca, quizás era tímido o tenía algún tipo de complejo en la boca.
-El camión de la basura. -respondió Xavi a la misma vez que su amigo, lo que causó risas. En efecto, iba a ser mucho más divertido y entretenido que el ultimo año. 

Las clases de hoy eran aburridas, llevaba en esa escuela más de siete años estudiando, me sabía de memoria las presentaciones de cada asignatura, como funcionaba el centro, que se podía y que no se podía hacer y gran parte del profesorado me lo tenía ganado. Si algo bueno tenía no cambiar de escuela era eso, las relaciones con los profesores, ya que me llevaba bien con la gran mayoría. 

-Hola, ¿como os llamáis? Yo soy Maria y ella es Aroha. -la voz de la de ingles se me estaba haciendo repetitiva, así que me gire, había estado poniendo la oreja a las conversaciones que mantenían el chico y la chica que se sentaban detrás nuestro. Me parecían interesantes y tenia ganas de entablar conversación con alguien de la clase. Los dos nos miraron sonriendo. 
-Yo soy Laia. -era una chica rubia y muy guapa.- Y el se llama Jose. -antes de empezar las clases me avisaron de que me iba a encontrar a un tal Jose bastante pesado y tira cañas. Lo había encontrado. La conversación duro unos cuantos minutos y trato de lo básico, edad, de donde venían, que habían estudiado y que querían estudiar, pero a partir de ahí los minutos se fueron haciendo mas amenos. Me caían bien. 
Así pasó castellano y ingles. La de ingles era rubia, se llamaba Julia y nunca me había dado clase, tenía pinta de bruja y estaba casi segura que me iba a hacer el ingles imposible, tampoco es muy difícil teniendo en cuanta que nunca se me ha dado bien la lengua inglesa. Y con estás dos clases, llego la media hora de recreo. Acostumbrábamos desde hacia ya un par de años a pasar esta media hora de descanso en una calle cercana pero alejada de los estudiantes que se movían por alrededores del instituto, y este año iba a ser igual. 

-¿Qué? ¿Como ha ido tu primer día Javi? -le pregunté a uno de nuestros amigos, no iba a nuestra clase pero si se venia con nosotras en ese rato. 
-Como siempre, cansado de la vida. -sí, no le gustaba nada venir a clase y siempre actuaba de manera indignada, así que me reí como respuesta-. ¿Y vosotras?
-Bien, por lo menos solo hacemos 4 horas diarias, no tenemos que madrugar mucho. -dijo Aroha. 
-Y la clase no esta mal, no tienen pinta de ser aburridos como los del ultimo año. -siguió Naira.
-Ya, estos son más chulos y más liantes, me lo pasaré bien este año. A ver si nos vamos conociendo todos y empieza a haber buen royo -continué diciendo yo. 
-Podríamos hacer un grupo de Whatssapp. -aporto Marta. 
-Sí, luego en clase pedimos los números y lo creamos. -dijo Laia, la chica rubia. No conocía a casi nadie y se vino con nosotras. 

Ana se dedico durante media hora a comerse su bocadillo de pan Bimbo, su zumo y a escuchar la conversación. Era ya la hora de volver a clase, ahora tocaba economía, con la Edu, no sé la razón exacta pero me agradaba la idea de tenerla como profesora.

Cinco o seis chicos de la clase ya no vinieron a economía, supuse que la razón era porque habían decidido hacer ciencias desde sus casas. Me alegre al ver que los cuatro que hasta ahora habían participado en clase, Ramon, el moreno alto; Marcos, el chulo de turno; Roger, el de la braga y Xavi, el rubio del camión de la basura seguían en clase con intenciones de hacer economía durante todo el año. En clase también había una chica mora, sabía que era mora al escuchar su nombre cada vez que pasaban lista. Ya que para nada, tenía pinta de mora. Era morena y tenía una sonrisa grande y bonita, vestía con unos tejanos y una camiseta de tirantes y bastante escotada, era una mora de las de ahora. Sin animo de ofender a nadie. Venía siempre acompañada de dos chicas africanas, a decir verdad lo de africanas me lo he sacado de debajo de la manga. No se de donde eran, pero eran morenitas de piel. Una de ellas era alta, delgada y guapa, a primera vista y sin conocerla, prepotente y creída. La otra era menos agraciada físicamente pero tenía muy mal genio. Ni yo, ni Naira, ni Aroha nos habíamos acercado a ellas, pero Marta sí. 

-Para los que vienen del ciclo medio de administración, esta asignatura les va a ser muy fácil, os pido que tengáis paciencia. Para lo que nunca han tocado nada relacionado, les costara más, así que prestar atención y no perdáis el hilo de la clase. -dijo Edu, esta asignatura me la iba a sacar con los pies y con buena nota. Los que nunca habían tocado esta asignatura, los que no tenían ni idea de lo que se les iba a echar encima empezaron a rechistar y a quejarse. Tras largos minutos discutiendo sobre el tema, la profesora encontró la solución.- Los que no sabéis mucho podréis sentaros con una persona que sepa más sobre este temario y así os podrá ayudar y explicar detalladamente. 
-Si mira, a mi que no me cambien de tu lado. -me dijo Aroha y asentí, no me apetecía nada, mi intención era sentarme a todas horas con Aroha ya que era con quien se me pasaba las horas menos lentas, cotilleando, jugando al tres en raya y riéndonos de todo.
-¿Que os parece? -pregunto la profesora. 
-Pues que la profesora eres tu y son ellos los que se tienen que buscar la vida. -dije yo, a nadie le pareció mal mi comentario, ya que a ninguno le hacía gracia cambiarse de lugar para ponerse con alguien que no conoce. 

Edu decidió dejar el tema a un lado y empezar a explicar de que iban a tratar sus clases. Sonó el timbre y la profesora de catalán tardo más de 10 minutos en llegar, así que aprovechamos para pasar una hoja por toda la clase para que cada uno apuntara su nombre y su numero de teléfono y así poder crear el grupo de Whatsapp, 'CAS'. Acabo la clase de catalán  y pudimos irnos a casa. Un día menos, un día más. Mi tarde la misma de siempre, colapsada de preguntas sobre señales de trafico. 

Y de esta manera fueron pasando los días, al cabo de una semana yendo a clase me sentía más motivada. Mi amiga Marta nos empezó a dar de lado en las horas de descanso para irse con los de clase, se hizo muy amiga de la morita, Safa y de las dos morenitas de piel, de las cuales no me sabía los nombres. Siempre iban ellas tres y la novia del hermano de Marta, Alba. Seguíamos teniendo la misma relación con ella pero cada vez iba a menos, Marta tenía cosas, contestaciones y actos que desde hacía ya meses no nos gustaban, así que no le dimos la más mínima importancia. Empecé a tener nuevo compañero en las clases de economía, todo sucedió el quinto día de clase. Edu empezó el temario y tanto Ramon como Marcos no se enteraban de nada, así que se volvieron a manifestar. La profesora volvió a insistir para que se sentaran con algunas personas que supieran más y esta vez ya no les pareció tan mala idea. 
-Aroha, a partir de ahora podrías sentarte conmigo en economía, y tú  Maria, con Marcos aquí detrás nuestro. -nos propuso Ramon desde la otra esquina de la clase. Mi amiga y yo nos miramos y aceptamos, total, íbamos a estar juntas igual y en los sitios más alejados de la mesa del profesor. 
Al día siguiente de esta conversación, en la hora de economía, Aroha y yo nos trasladamos a nuestros nuevos sitios, Edu cuando nos vio, nos lo agradeció. 
-Hola, ¿como lo llevas? -dije al llegar a mi sitio, al lado de Marcos. No había hablado nunca con el, así que me propuse romper el hielo. 
-Pues bien -me contesto él a secas pero con una leve sonrisa en la cara. Decidí dejar las conversaciones para más adelante y sacar mi libreta y libro de economía. 
Marcos era moreno, sus ojos eran azules y su piel mas bien blanca. Tenía su encanto, era guapo. Llevaba unos pantalones de chándal anchos y una camiseta de manga corta, era un punto positivo. Me encantan los tíos con chándal. Naira ya me había hablado de él, le gustó a primera vista. Yo hasta ahora no me había interesado en echarle un ojo. 
Esa clase de economía fue un desastre, Edu era una buena mujer pero como profesora no había por donde cogerla. Pretendía que entendiéramos el concepto básico de economía poniéndonos ejemplos para niños pequeños. Y cambiando el orden de los pasos a seguir para entenderlo fácilmente. 
-¿Pero como quieres que entiendan los que nunca han dado esta asignatura, si primero estas explicando como hacer el libro mayor sin haber explicado antes el libro diario? Se van a liar así y no van a aprender nada. -le dije en alto. 
-¿Lo quieres explicar tu María? -me respondió la profesora.
-Pues lo entenderían mejor. -a veces me pierde la boca, pero soy incapaz de callarme las cosas. 
-Mírala, que se pone chula. -escuche a Marcos. Debéis saber que me encanta dármelas de chula y de lista. Así que sonreí ante el comentario y evite decir nada más. 
Teníamos que hacer un ejercicio en la libreta. Me había pasado dos años haciendo ejercicios de este tipo y este era muy básico, así que empecé a escribir y a resolverlo. Levante la cabeza y vi a Marcos mirando la libreta sin hacer ni escribir nada. 
-¿Lo entiendes? -le pregunté mirándole fijamente. 
-No, la verdad es que no. -me contesto. 
-A ver, el primero dice que compra mercaderías y que lo paga por bancos. Cuando compras, la mercadería sube y el banco baja, ¿no? Después de esa compra tendrás menos dinero en la cuenta bancaria y mas mercaderías. -le explicaba mareando mi bolígrafo por encima del anunciado de su libro.
-Vale, ¿entonces?
-Pues cuando algo sube va en el lado izquierdo, en este caso la compra de mercaderías, el banco lo pones en el lado derecho porque baja y así te cuadra el asentamiento. ¿Lo has entendido? -le pregunte sonriendo.
-Sí, ahora así. -me devolvió la sonrisa y empezó a escribir en su libreta. Lo mismo hice yo. 
Sonó el timbre, se me había pasado volando esta clase. 

Llevaba ya dos horas en la autoescuela cuando Aroha me mando un mensaje salvándome del agobio que empezaba a hacer acto de presencia. Salí fuera y allí estaba ella, acababa de salir del gimnasio. Después de cinco minutos comentando la tarde de ambas y fumándonos el cigarro de descanso, nos despedimos. Volví a entrar en la autoescuela a recoger las cosas e irme hacía casa.

El ejercicio de economía no lo había acabado en clase así que me puse a hacerlo, total, no me iba a llevar mucho rato. Mi móvil vibro sobre la mesa y me sorprendió al ver que el mensaje era de Marcos; "hola holita, no se acabar de hacer el ejercicio de economía que es para mañana...'' Sonreí, creía que era el típico que pasaba de los deberes. "Ahora le hago fotos y te lo paso y si quieres mañana te lo acabo de explicar", le contesté. "Valeeee, gracias!!" no tardo en contestar. Ahí se acabo la conversación, cene y me fui a dormir. 

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